Archivo de March, 2008

¿Qué hacíamos sin Internet?

Relacionado con el tema anterior, en donde hablaba de las computadoras que tuve con el pasar de los años, hay una pregunta que me hago cada dos por tres. En realidad, cuando comencé a escribir la entrada anterior, tenía en mente hablar sobre este asunto, pero luego fui escribiendo sobre la evolución de las computadoras y me desvié por completo de lo que quería comentar inicialmente.

Hoy en día es cada vez más frecuente que los distintos aparatos de uso cotidiano, estén conectados a la red mundial Internet. Así, tenemos teléfonos, equipos de música, consolas de vídeo juegos, computadoras, impresoras, cámaras de vídeo, y ¡hasta heladeras (refrigeradores) que están conectados a dicha red! en donde una computadora en el refrigerador se conecta a Internet para realizar el pedido a un supermercado al detectar la falta de ciertos artículos en la nevera.

La pregunta que me hago es: ¿qué hacíamos con las computadoras cuando no existía Internet tal como hoy le conocemos?

Trabajo a diario con la PC, y cuando el servicio ADSL que uso, está caído, realmente son muy pocas las cosas que puedo hacer. Esto no era así hace unos años atrás. Pero las comunicaciones se han apoderado de la vida de todos nosotros. Los documentos, se almacenan en línea; el correo que leemos también está en servidores de internet; la información que leemos está en la red; las compras cada vez es más cotidiano hacerlas “on line”; no se concibe la idea de jugar solo, ahora se juega “en línea” con otras personas que están en otras partes del mundo, y así podríamos estar horas y horas hablando de distintas aplicaciones que nos “unen” con el resto del planeta a través de Internet. Pues bien, ¿qué hacíamos antes? ¿Para qué teníamos computadoras?

Personalmente, utilicé las primeras computadoras que tuve para aprender a programar. Fui siempre muy autodidacta en ese sentido, y aprendí bastante sobre lenguajes de programación importantes para su época: BASIC no estructurado, y luego el estructurado; CLIPPER y PASCAL, todos orientados para MS-DOS. Luego con la llegada del Windows, también apendí a programar en DELPHI (muy similar al Pascal pero basado en Windows) y FOX PRO (idéntico al CLIPPER del DOS, pero para Windows). Al principio, cuando tuve mi primera computadora (la TK 90 de la que les hablé en el artículo anterior), la usaba casi exclusivamente para jugar. Después de un par de meses, creo que me aburrí de los juegos, y comencé a indagar en la parte de programación, a ver cómo mediante darle instrucciones al ordenador, podía hacer que éste hiciera operaciones matemáticas, dibujos, etcétera. Así, para mí era de gran emoción poder escribir un código para trazar figuras geométricas de acuerdo a valores numéricos, hacer operaciones y resolver fórmulas. Me parecía increíble como dándole los parámetros adecuados al código escrito, podía almacenar en cassette un programa que hiciera una cantidad de tareas aritméticas por mí. Recuerdo que mis primeros códigos en lenguaje BASIC fueron hechos a los 12 años en mi súper “oficina” que era la TK 90, sobre el piano de mi hermana, en la casa de mis padres, ocupándoles el televisor que teníamos. A los 15 años vendí mi primer programa comercial, pero ya era bastante más avanzado que aquellos en BASIC. Este programa fue hecho en CLIPPER para MS-DOS, y hacía la administración total de Clubes de Vídeo. Era un programa bastante complejo realmente, y pude hacer algún dinero con la venta del mismo, ya que vendí unas 10-15 copias entre todas las empresas a la que lo vendí. También hice programas en CLIPPER para Restoranes, Lavaderos y un programa de Administración de cuentas corrientes bancarias. Hasta ese entonces, ninguno de los códigos que había escrito, lo había pensado para utilizar en una red, mucho menos en una red mundial.

Para el año 2000 fue que escribí mi primer código orientado a Internet. Lo utilicé para aprender el lenguaje de programación PHP con soporte para bases de datos MySQL. En esa época, estaba la versión 3 de PHP, y la 3 también del conocido MySQL. Recién en ese momento, entendí que ese era “el rumbo a seguir”. Aunque me doliera en el alma, saber que todo lo que había aprendido hasta ese entonces, se estaba convirtiendo en algo obsoleto realmente, tenía que adaptarme a los tiempos que ya se venían. Y ¡vaya que vinieron! De hecho, se comenzó a hablar fuertemente de Internet en Uruguay en el año 1996-1997, y desde ese momento el crecimiento que tuvo hasta ahora ha sido verdaderamente asombroso. ¿Qué estuve haciendo desde el 1996-1997 hasta el 2000 cuando comencé a estudiar programación orientada a Internet? Nada inteligente: Obstinadamente iba en “contra de la corriente” y continué programando para computadoras y redes locales, y francamente, ahora me doy cuenta que perdí un par de años con mi manera conservadora de pensar, es que, a decir verdad, siempre me costaron los cambios.

La programación en sí, la dejé para el año 2002, cuando comencé mi empresa de hosting, aunque hoy en día sigo tocando alguna cosa de PHP, pero no me dedico más a ello por razones de tiempo principalmente, y porque también me he quedado un poco (bastante) desactualizado. Algo que siempre me gustó y nunca dejé de lado, es el “análisis del problema”. Esta es una de mis áreas favoritas, y creo que pilar en cualquier programa que se haga: Analizar y entender el problema que se quiere solucionar, y ver la mejor manera de llegar a la meta, para luego escribir el código o programa en sí.

Ahora, es increíble, que me siento en la PC y lo primero que hago literalmente es: abrir el correo; conectarme a los sistemas de mensajería (msn, skype, y el sistema de chat del sitio www.infranetworking.com); abrir alguna planilla de cálculos en Excel y conectarme al panel interno de mi empresa a través del explorador para trabajar en los asuntos cotidianos. De todas esas tareas mencionadas, sólo la relacionada con trabajar con planillas de cálculo en Excel, es la única que no requiere de Internet… y vuelvo a preguntarme, ¿qué hacía yo sin Internet? Es que parece mentira, que no hace tanto uno encendía el PC trabajaba, lo apagaba y punto. Ahora hay que “conectarse” o “ponerse en línea” para poder trabajar. Sin Internet, literalmente estoy “desconectado” ¡hasta de mi propia empresa!

Pensar que trabajé con computadoras, que ¡ni siquiera tenían disco duro! y, sin embargo, una computadora por sí misma, sin estar conectada a Internet, realmente, ¿sirve para algo? En la actualidad, sin temor a equivocarme, digo que NO. De hecho, ¿se imaginan un PC fuera de Internet? ¿Para qué sirve? Se pueden hacer muy pocas cosas en verdad, en comparación con todas las que se pueden realizar estando en línea. Es increíble cómo Internet ha revolucionado las comunicaciones y la vida de todos nosotros, en los últimos 7 u 8 años. ¡Qué buena oportunidad para estudiar, trabajar, comunicarnos y hasta divertirnos tenemos gracias a Internet! Bien usada es una excelente herramienta que sin duda continuará expandiéndose cada vez más; depende de nosotros, ser lo suficientemente adaptables a los tiempos, para aprovecharnos de las ventajas que esto conlleve y atenuar las desventajas que todo avance siempre tiene.

Daniel.-

Las computadoras que tuve…

Hoy es muy sencillo hablar de “informática”, “computadoras” e “internet” porque todo el mundo sabe a qué nos estamos refiriendo. Sin embargo, cuando comencé a estudiar “computación” (que era un término muy “raro” en el común de la gente) casi nadie estaba interiorizado con esas palabras, de hecho, las redes que se conocían eran de tipos de redes privadas, y la red mundial internet no existía como tal. Es más, yo creo que hace 10 años, hablar de internet era algo muy extraño para la gente, y muchos hasta miraban como “cosa rara” a quienes nos referíamos a ello como el futuro de las comunicaciones. A modo de ejemplo, hace 15 años atrás, en medio de una discusión con mi padre, sobre por qué pasaba tanto tiempo “jugando” con la computadora, y en donde le decía que tenía que buscar la manera de dejar ciertas actividades para dedicarme más de lleno a la informática, me dijo, con textuales palabras: “déjate de jorobar con eso que nunca vas a hacer un puto peso con la computadora esa” jajaja, y lo más gracioso es que hace años que trabaja en mi empresa, ¿de qué? de informática (hosting), ¿de qué va a ser? :)

Cuando comencé con la computadora, eran bastante distintas de lo que ahora tenemos. Tenía un amigo llamado Marquicio (hoy en día es Ingeniero y trabaja para una empresa haciendo programación que se vende al Gobierno de Uruguay) quién fue el que me contagió de las ganas por interesarme en la informática. Para ese entonces, él tenía una computadora bastante avanzada, era una TK – 95, cuyas prestaciones eran idénticas a las de la ZX Spectrum+ muy conocidas en España y resto de Europa. El hardware era el siguiente:

- Microprocesador de 8 bits, Z80, a 3,5 MHZ!!!
- Vídeo de resolución 256 x 192 (conectado a una TV)
- Memoria RAM 48 k
- El teclado era de goma (caucho) que formaba parte de la propia computadora
- Y el dispositivo de almacenamiento (ni soñar con discos duros o disquetes) era a través de cintas de cassttes magnéticas, como los cassettes de música comunes y corrientes a través de un radiograbador que se le enchufaba a la computadora.

He aquí algunas fotos de las TK90 (mi primer computadora); TK95 (era igual a la 90, pero con las teclas de plástico más parecidas a las que hoy conocemos) y la ZX Spectum+, que tenía las mismas prestaciones que el hardware ya mencionado, pero que además de un teclado de plástico tenía la friolera de 128kb de RAM, toda una locura para esa época, sí, la décima parte de UN MEGA DE RAM!

TK 90, mi primera computadora

Computadora TK - 95

Hasta el día de hoy, en mi casa, tengo como recuerdo-reliquia, una ZX Spectrum + de 128 Kb de RAM, idéntica a la que se muestra en la foto abajo.

La ZX Spectrum +, ¡tengo uno hasta el día de hoy!

Esas computadoras venían con un lenguaje de programación no estructurada por defecto, el BASIC. Ese BASIC era totalmente diferente al que se conoce más recientemente que es de programación con estructuras, aquel, era basado en números de línea recuerdo. Si quieres saber la historia del BASIC te recomiendo leer ese artículo de Wikipedia.

Las prestaciones de esas microcomputadoras, eran tan pequeñas, que cada kb era algo sumamente importante. Luego, comenzaron a venir otras más avanzadas, pero dentro de esa misma gama: ZX Spectrum +2 (que era igual que la ZX Spretum pero con el casetero incorporado) y lo mejor de lo mejor: La ZX Spectrum +3, que fue la primer computadora que ví en persona, que almacenaba en un medio magnético, pero de tipo de disco, y por supuesto, venía con disquetera incorporada. Era un placer trabajar en esas máquinas, porque los que estábamos acostumbrados al cassette, era horrible, pasar horas y horas almacenando en cinta con el grabador, o leyendo los archivos guardados, y que luego de varios minutos (literalmente MINUTOS) para leer un código pequeñísimo, cabía la posibilidad de que saliera un mensaje por pantalla “R – Error de lectura”. Entonces, había que ajustar la configuración de los graves y agudos con un destornillador sobre el cabezal del grabador para lograr que la próxima vez leyera correctamente el archivo.

ZX Spectrum2 con casetero incorporado

ZX Spectrum3 con disquetera incorporada

Luego, aparecieron en plaza (hablo en Uruguay, porque en otros países, estimo que habrían llegado mucho antes) y como algo más normal, las primeras PCs. Recuerdo que la primera que tuve, costó U$S 1.150 dólares (U$S 1.000 la computadora, y U$S 150 la impresora) todo usado claro está, porque nuevo costaba el doble tal vez. Era una EPSON Equity II a 7,16 mhz; con monitor monocromático hércules o CGA Color de 4 colores (ni siquera un EGA de 16 colores); doble disquetera de 5 ¼ pulgadas de 360 Kb, disco duro de 30 MB (0,03 GB) y 640 Kb de RAM. En esa computadora, pude correr una versión de Corel Draw, la 1.21; y una versión de Windows que era para procesadores XT, Windows 1.0 o 2.0 no lo recuerdo exactamente.

EPSON Equity II a 7,16 mhz

Así se veía el Windows 1.0, para tarjetas de vídeo muy limitadas realmente en cuanto a colorido y resolución de pantalla. En la captura, una muestra de cómo lucía la calculadora de Windows en ese entonces.

Captura de pantalla de la calculadora de Windows

Después, aparecería la arquitectura de procesadores de 16 bits, como el 80286 y 80386. Tuve una computadora de cada uno, 286, 386, 486, y después aparecería el famosísimo PENTIUM de Intel.

Sin mencionar los sistemas operativos, que habían en esa época, creo que utilicé los más destacados: MS-DOS 3.3; 4.0; 5.0; 6.0, y también las plataformas Windows 3; Windows 3.1 y Windows 3.11 que era igual que la 3.1 pero con soporte para REDES de tipo internet. Digo “plataformas” y no sistemas operativos, porque en realidad el sistema operativo seguía siendo el MS-DOS y arriba de éste, ejecutábamos la plataforma gráfica. Recién, el Windows como sistema operativo en sí, apareció con Windows 95. Un poco después, y “enojado” con la idea de perder el MS-DOS, me pasé a Linux. En ese momento utilizábamos las versiones 6.1 y 6.2 de Red Hat. Usé también la 7.0 y la 8.0, y luego me pasé a Windows nuevamente, al menos como usuario y lo uso hasta el día de hoy (Windows Vista en mi caso).

Tengo la firme convicción que las personas que vivimos todos esos cambios en las computadoras, tanto en el hardware como en los Sistemas operativos y software en general, tuvimos el privilegio de ver mil cosas, y de tener que utilizar nuestro ingenio y capacidad personales para realizar tareas, que ahora se resuelven moviendo la mano con el mouse, o haciendo un simple clic. Hoy por hoy, la informática es para cualquier persona sin importar idioma, edad y las utilizamos en las tareas cotidianas desde las más complicadas, hasta la más simple. Sin embargo, las personas que aprendimos en aquella “escuela” generalmente entendemos mejor qué hay detrás de lo que se ve, cómo hace la computadora para almacenar las cosas; entienden mejor los conceptos de almacenamiento, arquitecturas del hardware, y qué es y para qué sirve un sistema operativo. Puede parecer poco importante entender esas cosas, pero no es lo mismo manejar un auto, que saber cómo funciona, qué hace cada pieza, por qué se mueve por qué dobla, y mil detalles más. Hoy en día, las computadoras hacen todo por uno, y no digo que no esté bueno eso, no soy yo el que deba juzgarlo, pero por un lado hay que reconocer que cada vez más, el ser humano que tiene acceso a mayor tecnología, se “idiotiza” más también. Los desarrolladores, en el afán de hacer siempre más cosas por nosotros, pueden automatizar casi toda tarea cotidiana. Paradójicamente, eso no ha aumentado “la calidad” de la vida. No es culpa de los avances, por favor, no se me mal entienda, pero en vez de utilizar esos avances y automatismos para tener más tiempo para las cosas importantes, cada vez estamos más preocupados por trabajar más y ganar más justamente para comprar esas cosas que nos darán más “tiempo libre”, cuando sabemos que eso no es cierto. Igualmente, me encanta la tecnología, y pienso que los últimos 50 años, la civilización ha vivido un cambio tan grande, como seguramente no se ha presentado en ningún otro momento de la humanidad en cuanto a avances. Cosas que estaban en la inventiva de los creadores de dibujos animados (al estilo “Los supersónicos”) ya son realidades palpables hoy.

¿Hasta dónde llegará el hombre? Me pregunto eso en varias áreas: en la ciencia; la tecnología; la educación; los descubrimientos que cambian la vida de millones, etcétera. Y lo más importante: ¿haremos que esas cosas valgan la pena? ¿Podremos hacer que toda esa tecnología en general eleve el nivel de vida de las masas? Por ahora no se ha conseguido. El ser humano, se sigue peleando por lo mismo que hace miles de años: tierra, poder y dinero. Y a pesar de que en la gran mayoría de los países hay enormes avances tecnológicos, muchos otros luchan por las cosas básicas de la vida: tener acceso al AGUA POTABLE, elevar la esperanza de vida a más de 40 años; que sus poblaciones tengan qué comer, qué ponerse y dónde dormir cada día; etcétera. En fin, todo esto daría para discutirlo, horas y horas, seguramente no se llegaría a ninguna parte.

Siempre que hablo con alguien que recién comienza en informática, o que hace pocos años trabaja con una computadora, me encanta contarle todas las vicisitudes que pasábamos con las viejas máquinas con poca memora, sin discos duros, y limitaciones técnicas por todos lados. Uno termina apreciando más las cosas que tiene y todo lo que es posible hacer con la tecnología de hoy. A mi francamente, me queda gigante un disco duro de 250 GB de los cuales debo utilizar 5 o 6, y uso “tanto” porque tengo almacenado allí todos los programas y datos “importantes” de cosas que ni siquiera utilizo más pero son trabajos que hice cuando tenía 15-16 años!

Hoy quise compartir con quienes no vivieron esa época maravillosa del crecimiento informático (o que simplemente eran muy pequeños en ese entonces), y recordar con todos los que la vivimos, que no somos para nada viejos eh, andamos en los 30, pero como hay tantos con 10 años menos con grandes emprendimientos informáticos y que seguramente desconozcan muchas de estas anécdotas, pensé que sería una linda oportunidad para hablar de la historia reciente de las computadoras.

Espero les haya gustado,
Daniel.-